Besos, Caricias y Abrazos

Un lenguaje sin barreras

Obarra

Cómo comencé este proyecto

En un mundo donde las diferencias se desvanecen y el amor se teje con hilos invisibles, las personas comprenden que existe un idioma que todos pueden hablar sin importar género, edad, color de piel o religión. Es un lenguaje que no necesita palabras, un lenguaje que sólo se siente en el corazón y se expresa a través de besos, abrazos y caricias.

Un idioma sin barreras

En este mundo, el poder de un abrazo trasciende fronteras y prejuicios. No importa si eres joven o viejo, si tu cabello es blanco como la nieve o negro como el ébano, porque en cada abrazo las almas se entrelazan y el tiempo se detiene por un momento. Los abrazos son un bálsamo que cura las heridas del alma y devuelve la fe.

En este mundo los besos son gotas que caen sobre los corazones sedientos de amor y cariño. No hay lugar para el rencor ni para el odio, sólo para el afecto genuino que brota de lo más profundo del ser. Los besos son puentes invisibles que conectan a las personas, por muy alejadas que estén, porque en cada beso se sella un pacto eterno de amor.

En este mundo las caricias son susurros silenciosos que acarician el alma. Cada caricia es una melodía que se entrelaza con la piel dejando una huella imborrable de amor. No importa si tu piel es tan clara como la luna o tan oscura como la noche, porque en cada caricia se pinta un lienzo de ternura, hablando de igualdad y aceptación.

En este mundo, el respeto y la empatía son algo común y nadie se siente solo o excluido. Este mundo es nuestro mundo interior que debemos nutrir para ser felices y hacer que los demás sientan felicidad con nosotros.

Nos hemos disuelto como granos de sal en el mar, con el objetivo de ser parte de algo grande, de ser importantes, y olvidamos que cada corazón late al ritmo de un mismo sentimiento, el deseo de amar y ser amados. No olvidemos que todos necesitamos besos, abrazos y caricias, porque en ellos encontramos la esencia misma de la vida.