Sobre mi
Nací en Zaragoza. Desde mis primeros años me atrajo la fotografía y la capacidad de capturar momentos fugaces y transformarlos en eternidad. Pero mi enfoque fue más allá de simplemente tomar fotografías; Quería transmitir emociones y traer felicidad a las personas.
Tras graduarme me sumergí en el mundo de la fotografía industrial, trabajando en este campo durante 6 años. Un día decidió crear un punto de inflexión, embarcarme en un viaje de autodescubrimiento. Pronto descubrí que mi verdadera pasión radicaba en plasmar pensamientos e ideas en mis imágenes.
Cada fotografía se convierte en una ventana a mi imaginación, donde pensamientos y emociones se entrelazan en un ballet poético. Las imágenes no son sólo retratos o paisajes; son mis reflexiones más profundas y mis sueños más íntimos llevados a una realidad tangible. El proceso creativo se convirtió en terapia, una forma de liberar mi mente y dejar que mis ideas fluyan libremente.
A medida que sigo evolucionando, mi trabajo también evoluciona. El objetivo es capturar la felicidad en todas sus formas y matices. Cada imagen es un recordatorio de la belleza oculta en los detalles cotidianos y una invitación a apreciar la magia que se encuentra en la simplicidad.
Me atrae trabajar en formatos cuadrados y panorámicos sobre soportes físicos; es una elección que define mi estilo como artista. Cada una de mis piezas encuentra su verdadero hogar dentro de esta estructura geométrica. Estos formatos proporcionan una plataforma sólida para expresar mis pensamientos y emociones, permitiéndome una inmersión completa en lo que quiero transmitir.
En un mundo saturado de lo digital, no se debe subestimar el valor de lo táctil y lo tangible. Creo firmemente en la experiencia sensorial de sentir la textura del papel y pasar los dedos sobre la superficie de una obra de arte; añade una dimensión única a su apreciación. Cada detalle cobra vida bajo las yemas de los dedos del espectador, fomentando una conexión más íntima entre la obra de arte y el observador.
Mi objetivo es crear obras que sean íntimas y sugerentes, que inviten a la introspección. Aspiro a que mis piezas iluminen un rincón oculto del alma, transformándolo en un espacio más revelador y significativo.
Estos formatos físicos no sólo potencian la sensación de cercanía con la obra de arte, sino que también brindan una oportunidad para quienes deseen incorporar una pieza de mi expresión artística a sus vidas. Cada pieza se convierte así en una ventana al mundo real, una oportunidad para que las personas se sumerjan en pensamientos y emociones a través de la textura y el formato que valoro profundamente.